Skip to main content

PERSPECTIVAS ECONÓMICAS PARA NICARAGUA

En los últimos años la economía Nicaragüense se ha destacado por mantener niveles de crecimiento superiores al promedio de América Latina y el Caribe. Asi lo resaltan distintas organizaciones económicas a nivel mundial, para quienes es motivo de estudio y ejemplo dicho crecimiento, destacándose las distintas políticas macroeconómicas, combinadas con la expansión constante en las exportaciones y la inversión extranjera directa.

 

Cabe mencionar que la inversión extranjera directa ha sido incentivada por la posición geográfica del país, las distintas políticas de promoción de inversión, el interés constante en temas de seguridad ciudadana y debido al mismo desarrollo económico por el cual actualmente atraviesa el país, lo cual nos ubica como una de las economías de mayor auge en América Latina y el Caribe, únicamente superados por Panamá y República Dominicana.

 

El Banco Mundial estima que Nicaragua al cierre del año 2017, tendrá un crecimiento económico del 4.6%, mientras que el Fondo Monetario Internacional (FMI) y la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) estiman un crecimiento de 4.5%. Sin embargo, el Banco Central de Nicaragua (BCN) recientemente informó que la previsión de crecimiento podría cerrar entre el 4.7% y el 5.2%.

 

Lo cierto es que el crecimiento en la economía Nicaragüense es real, tangible y medible. El país ha dejado ser una economía en decrecimiento, lo cual hemos logrado con la implementación de políticas fiscales procíclicas, permitiendo un mejor incremento del gasto público y ubicándonos en un mejor posición económica, por encima de Guatemala, El Salvador, Honduras y Costa Rica, según lo ha proyectado el Banco Mundial.

 

Entre los factores de crecimiento económico destacamos la seguridad personal que brinda el país a los nacionales, turistas e inversionistas, en conjunto con la estabilidad monetaria y la estabilidad cambiaria, la cual es una condición clave para el crecimiento económico del país.

 

Las perspectivas de crecimiento económico para el año 2018 son muy alentadoras pero con leves incrementos. Esto podría cambiar si desarrollamos una correcta diversificación en las exportaciones como política económica de país, con el objetivo de dinamizar la economía, incrementar el empleo y la productividad, tal y como lo ha sugerido la Fundación Nicaragüense para el Desarrollo Económico y Social (FUNIDES). Dicha diversificación consiste en la identificación de nuevos productos y servicios que posean una mayor complejidad económica, similares a los que actualmente exportamos y que generen oportunidades de diversificación futura, sumado a los producto y servicios que posean demanda internacional en crecimiento.

 

Distintas organizaciones económicas estiman un crecimiento económico para Nicaragua en el año 2018 que oscila entre el 4.2% y el 4.5%. Destacándose como pilares de este crecimiento el sector construcción, la minería y el sector agropecuario, los cuales esperamos continúen empujando el crecimiento de Nicaragua.

 

El incremento del subsidio en las construcciones de interés social o viviendas multifamiliares, la constante modernización de las empresas que pasan de ubicarse en residenciales a posicionarse en espacios corporativos y comerciales, y el constante crecimiento de viviendas de lujo, destacan en el sector construcción el cual se espera continúe su crecimiento en el 2018.

 

También destaca el crecimiento de la minería metálica y no metálica, resaltando las exportaciones de Oro como el tercer rubro de exportación más importante del país. Cabe destacar que el sector minero dinamiza otras actividades económicas proveedoras de productos, servicios y bienes que directa o indirectamente continuarán desarrollando la economía de Nicaragua.

 

El gobierno y los productores nicaragüenses prevén que dentro del período 2017 – 2018 se cultiven 1.7 millones de manzanas de tierra, de las cuales 1.2 millones serán de granos básicos, entre los que se destacan el frijol, el maíz, el sorgo y el arroz. Estas cifras podrían representar un incremento de 8.4% con respecto al ciclo 2016 – 2017, según cifras del Banco Central de Nicaragua (BCN).

 

Otro aspecto muy importante objeto de interés económico, son las inversiones extranjeras directas, las cuales han sido atraída entre otros aspectos por la posición geográfica del país en conjunto con el desarrollo de políticas de seguridad en cuanto a violencia y crimen organizado, y la modernización de la legislación en asuntos de inversión, exenciones y exoneraciones a distintos sectores económicos.

 

Estimamos que dicho crecimiento económico podría ser superior al esperado por las distintas organizaciones, si diversificamos las estructuras productivas con valores agregados e incorporamos el uso de tecnología y conocimientos aplicados, para potenciar la inversión pública y privada.

 

Por lo antes dicho, podemos concluir que Nicaragua se encuentra en un proceso de modernización constante de su economía, la cual aumentará en dependencia a la correcta aplicación de las políticas económicas y del aprendizaje obtenido a la fecha en asuntos de inversión nacional y extranjera.